El Plan Nacional de Saneamiento (PNS) 2022-2026 precisa que el servicio de agua a nivel nacional llega al 91.2% de hogares. En el ámbito urbano la cobertura alcanza al 94.8% mientras que en el rural solo al 77.6%. El alcantarillado o disposición de excretas (desagüe) lo tiene el 76.8% de los hogares, sin embargo, en el ámbito rural apenas el 30.2% y en el ámbito urbano el 89.2%. Pese a los avances de los últimos años, estas brechas de cobertura persisten y afectan principalmente a la selva en donde el acceso al agua y saneamiento es de 64.6% y 23.9% de los hogares, respectivamente.
El acceso al agua y saneamiento es el sexto Objetivo de Desarrollo Sostenible y constituye un antiguo compromiso de los gobiernos con los territorios rurales, sin embargo, las brechas siguen presentes más allá de las múltiples inversiones públicas. Las limitaciones de acceso al servicio junto a los impactos del cambio climático -siendo el Perú uno de los países más vulnerables- se constituyen condicionantes prioritarios que dificultan el avance en las políticas públicas sociales orientadas a mejorar la atención a la población infantil, en salud y nutrición.
Al respecto, “World Resources Institute”, alerta sobre el “estrés hídrico alto” que padece el Perú, y que existe un 80% de riesgo de que no tenga agua para el año 2040. Asimismo, Perú padece una notable descompensación demográfica, que se gráfica en tener al 65% de la población en la costa, la que solo dispone del 2% de los recursos hídricos.
El derecho al agua está comprendido en normas internacionales de derechos humanos que comprenden obligaciones específicas en relación con el acceso al agua potable. Esas obligaciones exigen a los Estados que garanticen a todas las personas el acceso a una cantidad suficiente de agua potable para el uso personal y doméstico. Esto comprende el consumo, el saneamiento, el lavado de ropa, la preparación de alimentos y la higiene personal y doméstica. También les exigen que aseguren progresivamente el acceso a servicios de saneamiento adecuados, como elemento fundamental de la dignidad humana y la vida privada, pero también que protejan la calidad de los suministros y los recursos de agua potable.
Dado el contexto de inequidad en el acceso a los servicios de agua, saneamiento e higiene y su prioridad hacia el “logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible al 2030”; el Sub Grupo de Trabajo Agua y Saneamiento Rural de la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza presenta la “Agenda de Agua, Saneamiento e Higiene en los Acuerdos de Gobernabilidad Regionales y Locales 2023-2026”, en el marco de las elecciones regionales y municipales del año 2022.
