- Presupuesto Público debe garantizar los derechos humanos y reducción de desigualdades
La desigualdad es la principal característica de la pobreza en el Perú y está marcada por las profundas diferencias económicas, de género, urbanas, rurales, intergeneracionales, culturales, entre otras deudas históricas consolidadas y hasta normalizadas, que han contribuido al aumento de la pobreza multidimensional, es decir la pobreza medida más allá de los ingresos económicos teniendo en cuenta las dimensiones del desarrollo humano.
Hoy en día en el Perú, la pobreza monetaria explica el 30% de las situaciones de pobreza en el país, mientras que el otro 70% está asociado a las desigualdades para acceder a servicios públicos esenciales como el acceso a una vivienda digna, a una nutrición adecuada y el desarrollo de la primera infancia.
Esta situación ha contribuido a la existencia de grandes brechas persistentes que han generado un escenario de derechos no garantizados para varios grupos de nuestra población. “Reconocemos que el presupuesto público no está construyendo una sociedad más igualitaria, por el contrario, cumple un rol en la reproducción de las desigualdades; dado que no siempre se orienta a las poblaciones más necesitadas y otras veces es utilizado para generar favores, clientelismo y corrupción; factores que hacen que la pobreza y la desigualdad vayan de la mano en nuestro país”, manifiesta el titular de la MCLCP.
En ese sentido, una de las principales conclusiones del seguimiento a la gestión de las políticas públicas necesarias en la Mesa, es que la protección de los derechos humanos pasa por una buena asignación de recursos y el buen uso de los mismos. Por ello fue indispensable identificar un conjunto de actividades prioritarias para los derechos de niños, niñas y adolescentes, que no existían como clasificadores de gasto público y por lo tanto no recibían los recursos que necesitaban.
Como consecuencia del seguimiento concertado se planteó la introducción de los programas presupuestales en el presupuesto público. Estos programas orientados a resultados incluyen elementos clave para priorizar problemáticas como salud materna y neonatal, acceso a la identidad, nutrición, desnutrición y anemia a fin de proponer una estrategia de intervención integral en el desarrollo de procesos de seguimiento ejecutados con un enfoque de derechos humanos.
El presidente de la Mesa explica que la afectación en la atención de los derechos y los servicios necesarios para ello, tiene que ver con la convergencia de diversos factores geográficos, etarios, culturales y entre todos configuran un marco de necesidades. De ahí la importancia de tener un enfoque interseccional centrado en la persona para crear alternativas de progreso eficientes. “Esto es un proceso complejo y desafiante, pero es el camino por donde hay que avanzar. El desafío no es concentrarse en una sola temática sino en cada uno de los contextos territoriales y abordar desde diversos ángulos los requerimientos para impulsar el desarrollo”, puntualizó.